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miércoles, 9 de marzo de 2011

Llega un nuevo habitante...

En este lugar, en esta Villa de las Ideas, cada texto es como un habitante. Ya tenemos dos, los más importantes. A partir de estos dos habitantes nacerán y llegaran muchos más. Hasta que nuestra Villa de las Ideas crezca y se convierta en una ciudad.  Con este texto llega un nuevo habitante. Este nuevo habitante es un señor dispuesto a mostrarnos la verdad, o parte de ella, del mundo.

Parto desde la ignorancia, no tengo una prueba psicológica o social de lo que estoy a punto de escribir. Sólo es una opinión, una narración, de cómo yo veo al mundo, o parte de él. Es sólo una aproximación de lo que mucha gente, la buena gente, piensa o pensó en algún momento. Será mi opinión, desde lo que sé y lo que he aprendido, de por qué el mundo está como está. Sólo es lo que he visto y analizado con mi inexperta mente. En fin, como diría este famoso súper héroe, síganme lo buenos (en Twitter si es posible). 

Lo que están a punto de leer lo observo desde una pequeña comunidad. Donde el acto de una mínima persona afecta a más de uno. Pero eso es historia para otro día, me imagino (no lo he leído completo) que así le decía Sherezada al sultán. Lo que de verdad importa ahora es  el por qué de las acciones de alguien que hace cosas malas y cómo la gente, se queja y luego le vale “güevo”. Si, “güevo”. No me referiré a alguien en particular o a un caso en general. De hecho son muchos los casos y personas, solo será una ingenua visión de lo que pasa.

Voy a ser breve, sino, te aburres. Creo que las malas personas se comportan de esa manera o bien para llamar la atención o bien para hacerle mal a otras personas, que al final termina siendo para lo mismo. Lo que más disgusta del asunto, no es (en su totalidad) que hagan el mal. Lo que más disgusta es que la gente los trate como héroes. Y luego de enmendar el error, los tratan aun más como ídolos. Cuando no lo son. Son esos chicos o chicas malos o malas. Que les gusta privar a los demás de su paz, de su vida. Sea cual sea el caso, siempre habrá alguien haciendo el mal. Aunque puede que no sepa que lo está haciendo va a afectar a otro. Eso no es tan grave, lo grave es cuando lo hacen a propósito y con todas las ganas de afectar a alguien.
Lo que también entristece es la gente que los idolatra. La gente que los trata como héroes. Esas personas son ciegas o parecen estarlo. De nuevo, sea cual sea el caso, también va a haber gente neutral. Ni víctima, ni victimario. Son los que toman una decisión. Son el jurado de este juicio. Son los que dicen si perdonar o no al acusado. En la mayoría de los casos, lo perdonan y lo premian. Eso es triste.

 No solo pasa en pequeñas comunidades estudiantiles. Esto aplica para ciudades y hasta países. Estos casos se presentan en cualquier lugar. No digo que se castigue con torturas del Medioevo a los que cometen un error. Solo digo que no los cometan. Y si los cometen enmiéndelos y que no vuelva a pasar, de verdad, de corazón. Que no lo hagan “Porque si”, porque bajo esas dos palabras se que se esconden muchos pensamientos. Además, desde cosas así de pequeñas, desde un “no sé porque lo hice” es que el mundo está como está ahora. En fin, paz y amor para el mundo.

Y colorín colorado… 


Por: José Nicolás Jaramillo Liévano (@josegeeklml)


Notas: 
Cuando digo “malas personas” es porque me ahorro las palabras que bien merecidas si las tienen.
Me gusta pensar, preguntarme. Al escribir la palabra idolatra me pregunto cosas. Ídolo, trata. ¿Será que idolatra es tratar cómo ídolo? Para el siguiente post les averiguo.

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